La Secretaría Distrital de Salud (SDS) informó que, tras la evaluación técnica de la vacuna contra el herpes zóster, se encontró su validez y pertinencia médica. Sin embargo, los estudios determinaron que no puede ser financiada por el sistema público debido a su alto costo y bajo impacto poblacional.
Como parte del compromiso institucional, se elaborarán guías con recomendaciones dirigidas a los pacientes con mayor riesgo, con el fin de fortalecer la prevención y el manejo oportuno de esta enfermedad.
Durante su intervención en el debate de control político ante el Concejo de Bogotá, el secretario de Salud, Gerson Bermont, presentó los resultados del análisis técnico realizado por el Distrito sobre la posible inclusión de la vacuna contra el herpes zóster en el Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI).
El secretario explicó que la decisión de incorporar una nueva vacuna requiere un proceso riguroso basado en tres pilares: el análisis técnico y político, la eficacia y seguridad del biológico y los criterios económicos y financieros.
“Las decisiones en salud deben tomarse con responsabilidad y evidencia. No se trata solo de querer incorporar nuevas tecnologías, sino de garantizar que cada intervención sea efectiva, segura y costo-efectiva para la población”, afirmó Bermont.
El Distrito analizó la carga de la enfermedad, la eficacia de la vacuna y los costos asociados a su aplicación. Los resultados evidenciaron que, aunque la vacuna es segura y efectiva, no es costo-efectiva, debido a su alto valor —aproximadamente 2,1 millones de pesos por persona— y a que su principal impacto está en la morbilidad y calidad de vida, más que en la mortalidad.
“Nuestro deber es asegurar que los recursos públicos se usen de la mejor manera posible. La salud no se mide solo por la innovación, sino por el impacto real que generamos en la vida de las personas”, señaló el secretario.
Bermont también explicó que la vacuna no está disponible a través del Fondo Rotatorio de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), lo que impide reducir costos y obliga a realizar negociaciones directas con los productores. “Esta condición eleva el costo y limita el acceso. No podemos comprometer la sostenibilidad del sistema de salud con decisiones aisladas o de bajo impacto colectivo”, indicó.
El secretario recordó, además, que la responsabilidad de incorporar nuevas vacunas al Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) corresponde al Ministerio de Salud y Protección Social, previa evaluación del Comité Nacional de Prácticas de Inmunización
(CNPI), con base en la evidencia científica presentada por las entidades territoriales.
“Bogotá cumple con el deber de hacer los análisis técnicos y entregar los estudios al nivel nacional. Las decisiones finales sobre el PAI son competencia del Ministerio de Salud”, precisó Bermont.
Finalmente, el secretario reiteró que estudios realizados en Colombia y otros países coinciden en que la vacuna contra el herpes zóster no resulta costo-efectiva para su inclusión en los programas públicos de inmunización.
“Bogotá seguirá cumpliendo con su compromiso de promover la prevención y la salud pública con decisiones técnicas, responsables y transparentes”, concluyó Bermont.