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Cuida tu salud mental y disfruta las fiestas de fin de año con MAS Bienestar

Cuida tu salud mental y disfruta las fiestas de fin de año...

Diciembre 31,2024
​La Secretaría Distrital de Salud invita a la ciudadanía a reflexionar sobre la importancia del cuidado de la salud mental durante la temporada decembrina, un periodo que, si bien se asocia con momentos de celebración y unión familiar, también puede generar tensiones emocionales.
Según datos del Subsistema de Vigilancia de la Conducta Suicida (SISVECOS), este año se observa una disminución en los casos de intento de suicidio, con 6.689
reportes entre enero y noviembre, frente a 7.754 en 2022 y 7.693 en 2023.
Sin embargo, es fundamental tener en cuenta que esta época puede activar sentimientos de ansiedad, estrés o tristeza debido a factores como las expectativas
sociales, las dificultades económicas, la soledad o los duelos no resueltos.
Julián Fernández Niño, subsecretario de Salud Pública señala que incluso con la disminución de los casos de intentos de suicidio en 2024, la temporada de fin de
año sigue siendo un momento crítico para la salud emocional de muchas y muchos bogotanos.
“Durante este tiempo, el peso de las expectativas culturales y familiares, junto con la carga económica que implica la temporada, puede alterar la estabilidad emocional de algunas personas”, expresa Fernández.
Por ello, la entidad presenta una serie de recomendaciones para mantener el bienestar mental durante las festividades decembrinas:
Gestione expectativas y evite presiones innecesarias: reconozca sus límites económicos y emocionales. Planifique actividades realistas y evite compromisos
que puedan generar frustración.
Maneje el duelo y la soledad: si está atravesando una pérdida o enfrenta momentos de soledad, mantenga el contacto con sus seres queridos, ya sean
amigos o familia, incluso si es de manera virtual. Evite situaciones que puedan empeorar su estado emocional.
Planifique sus gastos: establezca un presupuesto claro para los gastos de temporada como regalos y celebraciones, y priorice lo esencial, de esta manera
podrá evitar generarse tensiones económicas. Recuerde también tener en cuenta las responsabilidades financieras que traerá el nuevo año.
Evite excesos en el consumo de alcohol y sustancias: recuerde que el consumo excesivo puede aumentar el riesgo de accidentes y comportamientos peligrosos. En
lo posible no consuma alcohol o cualquier sustancia psicoactiva, pero si decide hacerlo, hágalo con moderación y recuerde nunca conducir bajo sus efectos.
Fomentar la autovaloración: En lugar de enfocarse en lo no alcanzado, celebre sus logros del año. Reconozca sus emociones y trate los desafíos como
oportunidades de aprendizaje y crecimiento personal.
Buscar ayuda profesional: Si el malestar emocional se intensifica, y siente que las actividades del día a día lo sobrepasan busque apoyo en un profesional de la salud mental. No está solo, y es importante pedir ayuda cuando sea necesario.
Recursos Disponibles en Bogotá: 
Red público-privada de salud mental: servicios especializados para la atención integral de crisis emocionales y trastornos mentales.
Línea 123: en caso de crisis emocional o urgencias en salud mental, llame a esta línea.
La Secretaría Distrital de Salud reafirma su compromiso con el bienestar de los ciudadanos y los invita a promover entornos saludables y corresponsables en esta
temporada. Juntos, podemos construir una Bogotá con MAS Bienestar.



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Navidad sin desperdicio: la Secretaría de Salud invita a aprovechar al máximo los alimentos

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Diciembre 31,2024
La época decembrina se acompaña de encuentros familiares y tradiciones que giran en torno a la mesa, donde los alimentos tienen un lugar especial en las celebraciones. Sin embargo, esta temporada también nos invita a reflexionar sobre la pérdida y el desperdicio de alimentos, una problemática que impacta tanto a la economía como al ambiente.   En una ciudad donde muchas personas enfrentan desafíos relacionados con la seguridad alimentaria, adoptar hábitos más responsables y sostenibles puede marcar una diferencia. Con pequeñas acciones, podemos disfrutar de nuestras tradiciones mientras cuidamos el planeta y fomentamos un consumo más consciente.
 
En Colombia se pierden y desperdician anualmente 9,76 millones de toneladas de alimentos, según el Departamento Nacional de Planeación. Esta cantidad sería suficiente para alimentar a aproximadamente 8 millones de personas en el mismo periodo. Del total, el 62 % corresponde a frutas y hortalizas, el 25 % a raíces, tubérculos y plátanos, el 8 % a cereales, el 3 % a carne y productos de origen animal, el 2 % a cultivos oleaginosos y legumbres, el 1 % a pescado (50 mil toneladas) y otro 1 % a lácteos (29 mil toneladas). Bogotá, por su parte, concentra el 35 % de los desperdicios de alimentos del país, lo que equivale a 1.228.000 toneladas anuales (DNP-DANE).
 
La pérdida de alimentos ocurre principalmente en las primeras etapas de la cadena de valor alimentaria, desde la producción agrícola hasta el almacenamiento y transporte. Estas pérdidas son el resultado de ineficiencias como el manejo deficiente, postcosecha, fallos en la cadena de frío y problemas en el transporte. Además, el deterioro de alimentos puede ser causado por procesos de transformación y comercialización mayorista que no cumplen con los estándares de calidad.
 
Por otro lado, el desperdicio de alimentos ocurre en las etapas finales de la cadena de valor, principalmente a nivel minorista y de consumo. Las causas más comunes incluyen la clasificación estética de productos frescos, la sobrecompra de alimentos y la falta de planificación doméstica. En los países de altos ingresos, este desperdicio suele estar relacionado con hábitos de compra excesivos y almacenamiento inadecuado en los hogares. En contraste, en países de ingresos bajos y medianos, las causas principales son las prácticas de almacenamiento deficientes y la preparación ineficiente de alimentos.
 
Impactos de la pérdida y desperdicio de alimentos
 
Los efectos negativos de la pérdida y el desperdicio de alimentos son significativos a nivel global. Primero, contribuyen al uso ineficiente de recursos como la tierra y el agua. Cada alimento que se pierde o desperdicia implica también la pérdida de los recursos naturales empleados en su producción. Segundo, el desperdicio de alimentos aumenta la emisión de gases de efecto invernadero debido al transporte, procesamiento y descomposición de alimentos desechados en vertederos. Finalmente, esta problemática afecta la seguridad alimentaria, privando a millones de personas de recursos nutritivos que podrían haber sido redistribuidos.
 
El papel del consumidor durante la época decembrina
 
Durante las festividades, los consumidores juegan un rol crucial en la reducción del desperdicio de alimentos. La tradición de preparar abundantes comidas y banquetes puede llevar a la compra y preparación excesiva de alimentos, generando grandes cantidades de sobras. Sin embargo, existen formas prácticas de minimizar este impacto:
 
1.   Planificación adecuada: diseñar un menú con antelación y elaborar una lista de compras detallada ayuda a evitar adquisiciones innecesarias. Esta planificación también permite ajustar las cantidades según el número de invitados.
2.   Control de porciones: servir porciones adecuadas reduce el riesgo de que las sobras terminen desechándose. En caso de que haya sobras, estas pueden ser almacenadas y reutilizadas en nuevas recetas, como sopas, guisos o ensaladas.
3.   Donación de excedentes: los alimentos no perecederos o platos preparados en exceso pueden ser donados a organizaciones benéficas o personas en necesidad. Esta acción no solo reduce el desperdicio, sino que también beneficia a quienes enfrentan inseguridad alimentaria.
4.   Almacenamiento adecuado: utilizar envases herméticos y congelar los alimentos que no se consumirán de inmediato es una medida efectiva para prolongar su vida útil.
5. Valorar la saciedad: escuchar las señales de su cuerpo y evitar servir más alimentos de los que necesita puede hacer una gran diferencia. Si no desea consumir más, promueva compartir los alimentos con quienes lo requieran o guárdelos adecuadamente para disfrutarlos al día siguiente.
 
 
Recomendaciones para minimizar el desperdicio
 
Desde la Secretaría Distrital de Salud, se invita a la ciudadanía a tomar acciones concretas para minimizar el desperdicio de alimentos, considerando que cada grano, fruta o verdura que llega a nuestras mesas ha requerido recursos valiosos como agua, tierra y energía durante su producción. Reducir el desperdicio es una forma directa de optimizar estos recursos naturales y mitigar su impacto en el ambiente. 
 
Además, desde una perspectiva social, evitar el desperdicio de alimentos es un acto de generosidad y solidaridad. Los excedentes de alimentos pueden ser donados a personas en situación de vulnerabilidad económica, contribuyendo a disminuir la inseguridad alimentaria y promoviendo el espíritu de ayuda mutua que caracteriza estas fechas.
 
Un manejo más consciente de los alimentos permite a las familias evitar gastos innecesarios. Planificar los menús con anticipación, ajustar las cantidades según el número de comensales y reutilizar las sobras en nuevas recetas son hábitos simples pero efectivos que fomentan un consumo más responsable.
 
En este tiempo de gratitud y reflexión, cada acción cuenta. Reducir el desperdicio de alimentos no solo es un acto de responsabilidad personal, sino también un homenaje a la abundancia que disfrutamos. Con pequeños cambios, podemos transformar nuestras festividades en un gesto de conciencia hacia el planeta y hacia quienes más lo necesitan, contribuyendo a una ciudad más sostenible y con MAS Bienestar.



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Así avanza la implementación de la Política Pública de Seguridad Alimentaria y Nutricional de Bogotá ‘Construyendo Ciudadanía Alimentaria’

Así avanza la implementación de la Política Pública de Seg...

Diciembre 27,2024
La Secretaría Distrital de Salud informa que el Distrito está llevando a cabo la implementación de la Política Pública de Seguridad Alimentaria y Nutricional (PPSAN) ‘Construyendo Ciudadanía Alimentaria’, bajo el marco del CONPES Distrital 09 de 2019-2031, cuyo objetivo es superar progresivamente la inseguridad alimentaria y la malnutrición en Bogotá antes de 2031.
Entre las acciones que se contemplan en esta política está la promoción del consumo responsable de alimentos saludables y la adopción de prácticas adecuadas de alimentación y  nutrición, adaptadas a los diferentes contextos y momentos de vida de los habitantes de la ciudad, con el fin de disminuir las brechas sociales y económicas que afectan la seguridad alimentaria.
De hecho, uno de los propósitos del Plan Distrital de Educación Alimentaria y Nutricional (PDEAN) 2024-2031 es promover cambios en el relacionamiento de las personas con los alimentos y promover que el conocimiento sobre la alimentación saludable y sostenible llegue a cada rincón de la ciudad.
Estas iniciativas buscan dar respuesta a cinco indicadores clave, que son esenciales para la mejora del bienestar alimentario y nutricional de la población bogotana:
  1. Mejoramiento nutricional de niños y niñas menores de 5 años y disminución de la desnutrición aguda en este grupo etario.
  2. Reducción de pérdidas y desperdicios de alimentos en la cadena de suministro.
  3. Incremento en la adopción de hábitos alimentarios saludables en los diferentes momentos del curso de vida de los habitantes del Distrito Capital.
  4. Intervención en espacios para reducir los entornos que fomentan la ingesta calórica elevada y el sedentarismo.
  5. Fomento de la lactancia materna en personas gestantes y lactantes del Distrito Capital, así como a sus familias
En este sentido, la Secretaría Distrital de Salud implementa tales acciones a través del Plan de Salud Pública de Acciones Colectivas (PSPIC) y Gestión de la Salud Pública (GSP), mediante convenios con las contratado con las Subredes Integradas de Servicios de Salud quienes implementan las acciones  en el marco de los  entornos de cuidado:   hogar, educativo, laboral, comunitario e institucional, así como desde los procesos transversales de la Gestión de la Salud Publica: Gestión de Estrategias y Programas de Interés en Salud Pública (GEPISP) y  Vigilancia en Salud Pública (Sistema de Vigilancia Alimentaria y Nutricional (SISVAN) y el Sistema Vigilancia en Salud Pública (SIVIGILA).
Acciones implementadas en el entorno del hogar y educativo
Desde el entorno hogar, los equipos extramurales realizan actividades de seguimiento, promoción del cuidado y gestión del riesgo, a partir de la identificación de niños y niñas menores de 5 años con desnutrición aguda o bajo peso al nacer, que son remitidos por el subsistema de seguridad alimentaria y nutricional o que son identificados en el abordaje de territorios priorizados de la ciudad. Entre otras acciones, se toman medidas de peso y talla para detectar a tiempo casos de malnutrición.
Así mismo, el equipo del entorno cuidador hogar acompaña a las familias para asegurar la continuidad en el proceso de recuperación nutricional, mediante planes de cuidado familiar que incluyen educación sobre hábitos alimentarios saludables, promoción de la lactancia materna, adherencia a las actividades de las rutas integrales de servicios de salud, entre otros.
En cuanto a las instituciones educativas y jardines infantiles, se realizan planes de cuidado escolar, con acompañamiento en aula, formación para el liderazgo estudiantil y jornadas de bienestar al colegio.
Además, se prioriza el tamizaje antropométrico en niños menores de cinco años para detectar alteraciones nutricionales. Este consiste en un método que tiene en cuenta la composición corporal de una persona. Las actividades incluyen también la sensibilización a los tenderos en la promoción de alimentos saludables y la implementación de huertas escolares.
Las instituciones de educación superior también implementan jornadas educativas sobre alimentación saludable y realizan tamizajes antropométricos voluntarios para la detección temprana de alteraciones nutricionales entre estudiantes.
Acciones en el entorno institucional, comunitario y laboral
A nivel institucional, se realizan acciones de promoción de la alimentación saludable y lactancia materna en Hogares Comunitarios de Bienestar a través de sesiones educativas a madres comunitarias y agentes educativos. Además, se realiza el seguimiento de la desnutrición aguda para garantizar la atención adecuada de niños y niñas identificados en situación de riesgo.
En el entorno comunitario, la Secretaría Distrital de Salud identifica y capacita líderes comunitarios para promover la salud y la alimentación adecuada en las comunidades, a través de la creación de grupos de apoyo en las comunidades, se fomentan prácticas de autocuidado y educación en salud.
Además, se implementan huertas comunitarias para reducir la inseguridad alimentaria, promoviendo el autoconsumo y la autosuficiencia alimentaria promoviendo circuitos cortos de comercialización.
También se desarrollan acciones con los tenderos de barrio, en el marco de la estrategia Tiendas barriales, donde se orienta y ofrecen herramientas y formación para la promoción de alimentos saludables en las comunidades, con el fin de reducir el consumo de productos ultraprocesados.
En el ámbito laboral, se promueven acciones para la prevención del trabajo infantil, donde se realiza valoración antropométrica con el fin de identificar alertas de riesgo nutricional, esto con mayor atención en menores de 5 años a quienes se les realiza mediciones de composición corporal, que de acuerdo a sus resultados y necesidades identificadas se brinda orientación al cuidador responsable del menor.
Además, se amplía la oferta de Salas Amigas de la Familia Lactante, para empresas públicas y privadas, proporcionando un entorno favorable para la lactancia materna dentro del ámbito laboral.
Otras acciones implementadas
También desde la Gestión de Estrategias y Programas de Interés en Salud Pública (GEPISP), se busca mejorar las prácticas de atención en salud y nutrición materna e infantil a través de la estrategia Instituciones Amigas de la Mujer y la Infancia Integral (IAMII), con la cual se promueven principios de igualdad, participación e inclusión.
También la Secretaría Distrital de Salud cuenta con un Sistema de Vigilancia Alimentaria y Nutricional (SISVAN) y un Sistema Vigilancia en Salud Pública (SIVIGILA), que realizan un seguimiento exhaustivo a los eventos de desnutrición aguda y otras situaciones críticas de nutrición en la población infantil.
Estos sistemas permiten identificar barreras en la atención y garantizar la correcta entrega de fórmulas terapéuticas.
Así mismo, el Plan Distrital de Educación Alimentaria y Nutricional tiene como objetivo promover hábitos de alimentación saludable desde el inicio de la vida. A través de estrategias educativas, se busca influir en la toma de decisiones alimentarias de la población, con mensajes clave sobre alimentación saludable, el manejo higiénico de los alimentos y la reducción del consumo de productos ultraprocesados.
Este Plan se implementa de manera transversal en todos los entornos mencionados, adaptando los mensajes de acuerdo con las necesidades sociales y económicas de los diferentes grupos poblacionales. Su proyección es finalizar en 2031, junto con el cierre de la Política Pública de Seguridad Alimentaria y Nutricional (PPSAN).
La SDS informa que este plan sigue avanzando conforme al cronograma establecido para 2024, logrando importantes resultados en cuanto a la producción de contenido educativo y de sensibilización sobre herramientas para una alimentación saludable y sostenible para la población.
Sin embargo, aunque este plan y la implementación de la Política Pública de Seguridad Alimentaria y Nutricional de Bogotá continúa avanzando de manera sólida, con un enfoque integral que abarca diferentes entornos de la vida cotidiana, quedan pendientes unos desafíos para el 2025.
Desafíos para el próximo año
Entre los retos para el año 2025 dentro del PDEAN, se destaca el cumplimiento del 100 % del cronograma de actividades programadas, así como la producción y difusión de contenido innovador. En este sentido, la Secretaría Distrital de Salud está comprometida en mantener la calidad y diversidad de los productos generados, ya sea pieza digitales, radiales o audiovisuales con distribución en distintos canales y formatos para garantizar un alcance mayor.
Otro de los desafíos es el fortalecimiento de la acción intersectorial. Para ello, se seguirá trabajando de manera coordinada con diferentes sectores de la administración distrital, organizaciones sociales y sectores privados que permitan fortalecer las iniciativas de la política pública.
Fortalecer los mecanismos de participación comunitaria que permitan a la población acceder a información clara, oportuna y basada en evidencia sobre seguridad alimentaria y nutricional. Esto implica fomentar espacios de diálogo y formación que capaciten a las comunidades en la identificación de sus necesidades alimentarias, análisis de alternativas y formulación de soluciones corresponsables. Asimismo, se recomienda establecer estrategias intersectoriales que integren actores locales, institucionales y comunitarios, asegurando que las decisiones sobre políticas y programas alimentarios reflejen las prioridades locales, con un enfoque diferencial, territorial y de derechos humanos.
Reducir la brecha en la adopción de hábitos alimentarios saludables es otra de las tareas que se reforzarán el año entrante para continuar obteniendo resultados positivos. Para cumplir con este propósito, se implementarán más estrategias focalizadas que lleguen a las poblaciones con mayores dificultades para acceder a alimentos saludables.
Se asegurará la sostenibilidad y continuidad de las acciones de educación alimentaria a largo plazo, para estos cuidados se conviertan en prácticas arraigadas en la vida cotidiana de los ciudadanos.
Finalmente, un desafío fundamental será la evaluación del impacto real de las actividades del PDEAN en la mejora de los hábitos alimentarios y la reducción de la inseguridad alimentaria y malnutrición en Bogotá.



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